Corazón de hilo. Más que tejidas, las alfombras parecen una sucesión de nudos enmarcados en una sutil cuadrícula. Una meditada sobriedad con una sencillez mágica. Al entrelazar dos hilos de colores contrastados, se obtienen hilos más gruesos y fuertes. A medida que esas cuerdas adquieren un carácter individual marcadamente gráfico, el efecto visual se potencia y te hipnotiza.
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